La residencia principal, de 450 m² en una sola planta, ofrece un amplio y luminoso salón, elegante comedor, cocina independiente, seis dormitorios y cinco baños, todos de generosas dimensiones. Los espacios exteriores destacan por sus extensas terrazas y zonas chill-out que rodean una impresionante piscina central con hidromasaje, perfecta para relajarse o disfrutar con invitados. Además, cuenta con una cocina exterior completamente equipada, área de descanso, tumbonas y camas balinesas para aprovechar al máximo el clima mallorquín.

La finca está rodeada de un exuberante jardín mediterráneo con una cuidada selección de árboles, palmeras y flores que aportan un entorno natural y sereno.

Aparte de la vivienda principal, la propiedad incluye una casa de invitados de 90 m² con cocina, comedor, tres dormitorios, dos baños, jardín privado y cocina exterior, además de un establo y una casa de almacenaje. Esta zona es susceptible de convertirse en una vivienda adicional, aumentando aún más el potencial de rentabilidad.

La finca es autosuficiente gracias a sus placas solares, baterías, calefacción industrial de gas y pozo propio.

Como inversión, esta propiedad es una oportunidad única: la casa principal ha generado alquileres de hasta 5.000 €/mes, la casa de invitados 2.500 €/mes, y el espacio del establo puede transformarse para incrementar los ingresos hasta los 10.000 €/mes, todo ello con accesos independientes.

Un oasis de paz y exclusividad en la campiña mallorquina, ideal tanto como residencia privada de lujo como inversión de alta rentabilidad.

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